El Comité de Basilea III (versión 2012) decidió que, a partir del 1 de enero de 2014, el oro se contabilice al 100% de su valor, al convertirse en un activo “Core Tier One”, el mismo nivel que el dinero papel. En resumidas cuentas, se considera el oro como un activo de riesgo cero, exactamente como los bonos soberanos AAA o el dinero en efectivo, en dólares estadounidenses o euros. El oro se considera como un activo AAA, con una gran ventaja sobre sus competidores: su nota no es emitida por ninguna agencia de calificación.

El riesgo cero no existe. Los cambios legislativos y otras circunstancias no pueden controlarse. No obstante, usted está adquiriendo el único y verdadero activo de inversión AAA. Si bien los precios de éste registran, históricamente, excelentes revalorizaciones, hay momentos en que los precios pueden registrar oscilaciones importantes.

Desde un punto de vista técnico, la rentabilidad del oro es inversamente proporcional a la pérdida del poder adquisitivo de las divisas en que se cotiza. Sin embargo, la verdadera cuestión no es cuánto cuesta un gramo de oro, sino cuánto vale la divisa que tengamos en gramos de oro. Veamos un ejemplo:

 25 pesetas de año 1876

Aquí puede verse la imagen de una moneda de 25 pesetas, acuñada en oro, del año 1876 (una “Alfonsina”). Dicha moneda lleva grabada una leyenda: “25 pesetas”. Lo que dice la inscripción es verdad, ya que dicha moneda está acuñada en oro y pesa 8,06 gramos (25 x 0,3223 gramos de oro = 8,06 gramos).

25 pesetas de año 1980

Esta otra moneda, acuñada en cuproníquel, también tiene una leyenda: “25 pesetas”. Sin embargo, descontando el valor numismático, su poder adquisitivo es… ¡1.000 veces menor que la anterior! Pero la leyenda es la misma. También hace referencia a la unidad de valor “peseta”.

No. SEMPI Gold España nunca ha comercializado ni comercializa coberturas de precio ni ningún otro activo que se pudiera identificar como activo financiero. Nuestra empresa Únicamente comercializa Metales Preciosos.

Ni de nuestra publicidad, ni de nuestros contratos se puede extraer una conclusión como esa.

La tributación de la compraventa de oro es de Ganancias Patrimoniales, no sujeto a retención. En cuanto al impuesto sobre el patrimonio, al igual que cualquier otro patrimonio, ha de incluirse en la declaración en el caso de que se esté obligado a ello.

Más información acerca de cómo tributa a Hacienda el oro de Inversión pinchando en el link.

La comercialización de oro de inversión es un sector liberalizado y por lo tanto no se encuentra bajo la supervisión de ningún organismo regulador, ni del Banco de España ni de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

No obstante, como muchas otras actividades esta sujeta a las obligaciones de diligencia debida del Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (SEPBLAC).

Por ello nuestra compañía no está bajo la supervisión del Banco de España ni de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya que no comercializamos bajo ninguna fórmula y en ninguna circunstancia, ningún tipo de activo financiero.

Nuestra Compañía dispone de un servicio de custodia y seguro a todo riesgo durante el tiempo que este en custodia, prestado con el apoyo de una multinacional de prestigio que, periódicamente, dependiendo de la modalidad elegida, emite a petición nuestra un certificado en el que se identifica la saca con el número de precinto y se entrega a nuestros clientes.

La tributación de la compraventa de oro es de Ganancias Patrimoniales, no sujeto a retención. En cuanto al impuesto sobre el patrimonio, al igual que todo otro patrimonio ha de incluirse en la declaración en el caso de que se esté obligado a ello.

Se trata del precio del oro que se forma a partir de la media de las continuas órdenes de compra y venta por parte de los bancos que comercian con oro físico. Es un precio dinámico, que fluctúa a lo largo de las 24 horas del día y que se modifica en función de la oferta y demanda disponibles.

Puede consultarse en cualquier momento, en diferentes páginas especializadas. Está formado por dos cantidades similares, que están en constante movimiento: “bid” (precio de compra), que es el precio al que los inversores están dispuestos a comprar; y “ask” (precio de venta), que es el precio al que los inversores están dispuestos a vender, y que suele ser ligeramente superior al anterior.

El precio fixing se establece dos veces al día por parte de la London Bullion Market Association (el mercado del oro de Londres), por medio de la ICE Benchmark Administration (IBA).

Comenzó a fijarse en el año 1919, en el curso de una reunión semanal mantenida entre los cinco miembros fundadores, que decidían el precio que se iba a pagar a los productores sudafricanos por el oro que enviaban a vender a Londres.

En la actualidad, la decisión se produce en el seno de una reunión virtual diaria entre representantes de 15 bancos. Uno de ellos presenta un precio cercano al spot y los demás responden elevándolo o bajándolo, en función de las órdenes de compra o venta que tengan de sus clientes.

Los lingotes de oro objeto de estas transacciones tienen que cumplir una serie de requisitos y contar con la certificación “Good Delivery” que expide la propia LBMA.

Todos nuestros lingotes tienen el sello Good Delivery otorgado por la London Bullion Market Association (LBMA) que certifica que han sido producidos conforme a los estándares requeridos por el mercado de Londres.

Además de para proteger al lingote de manchas o arañazos (hay que recordar que el oro, en su forma más pura, es un metal blando y maleable) hace las veces de certificado de garantía, ya que incluye la firma de la refinería o casa de la moneda, el número, la marca de agua y el código de barras que identifica a la pieza.

El blíster no es solo una forma de empaquetar el lingote para que no sufra daños: es la forma de que el lingote y su correspondiente certificado de garantía estén unidos. Como ya hemos explicado, el blíster contiene también la marca de la refinería o ceca, el número que identifica individualmente al lingote y que permite asociarlo al cliente de SEMPI Gold España que lo ha comprado. De esta forma, si el cliente, llegado el momento, decide encargar a la empresa que venda el oro en su nombre, ésta puede asegurar que el lingote que vende es el que en su momento compró el cliente y no otro.