El pasado mes de noviembre se aprobó en el Congreso de los Diputados la renovación del Pacto de Toledo, que abre la puerta a la reforma del actual sistema de pensiones. Su objetivo es eliminar el déficit de la Seguridad Social, que amenaza la estabilidad del sistema. En este post vamos a explicar las recomendaciones para su reforma y analizar el papel que puede desempeñar el oro como complemento al sistema público de pensiones.

Financiación mediante impuestos

Respecto a la separación de fuentes de financiación, el proyecto prevé que algunos gastos que actualmente asume la Seguridad Social se financien con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, por medio de impuestos y no de cotizaciones sociales.

El objetivo es hacer desaparecer el déficit de la Seguridad Social que, según el Plan Presupuestario estimado por el Gobierno, alcanzará los 35.000 millones de euros en 2021, lo que representa un 3% del PIB español. Una cifra comparable a la que se dedicará a la cobertura del desempleo.

Las partidas que, según el proyecto, pasarían a financiarse por medio de los impuestos serían los llamados complementos mínimos y la asistencia sanitaria.

Según un informe del Tribunal de Cuentas, estas partidas supondrán un gasto de 10.396 millones de euros, que hasta ahora financiaba la Seguridad Social.

El déficit actual de la Seguridad Social (la diferencia entre lo recaudado por cotizaciones sociales y el gasto en pensiones contributivas) es de algo más de 17.900 millones de euros, según los Presupuestos de 2021.

El resto de recomendaciones contenidas en el proyecto son las mismas que señalábamos en nuestro anterior post sobre este asunto: mantenimiento del poder adquisitivo, integración de regímenes, incentivos para alargar la vida laboral, incentivos para los planes de ahorro colectivo en las empresas…

El modelo británico y el oro físico

A la espera de que cristalice esta reforma que, en realidad, no va a cambiar demasiado, más allá de atajar una situación de crisis del sistema que era preocupante, conviene mirar las innovaciones que se hacen en otros países de nuestro entorno.

En el caso del Reino Unido, por ejemplo, desde 2016 el Gobierno autoriza a quienes estén ahorrando para su jubilación a que acumulen oro físico en algunos de los planes.

En concreto, se trata del plan conocido como Self-Invested Personal Pensión (SIPP, por sus siglas en inglés).

Se trata de planes de pensiones hechos a medida, en los que el ahorrador escoge los activos en los que quiere invertir y gestiona su cartera personalmente o por medio de un asesor financiero.

Hasta 2016, el oro no estaba entre los activos que se podían escoger, pero ahora la Royal Mint, la Casa de la Moneda del Reino Unido, ofrece oro para esta finalidad: desde lingotes de 100 gramos hasta participaciones en los lingotes bancarios de 400 onzas (12,44 kilos) que acumula en sus cámaras acorazadas.

De esta forma, los ahorradores pueden beneficiarse de las ventajas del oro como complemento de las pensiones: protección frente a la inflación; constitución de un depósito de valor; y un activo refugio que mantiene su valor frente a la depreciación de otros como los bonos o las acciones.

Contrato Retiro de Oro de SEMPI Gold España

Sería deseable que en próximas reformas del sistema de pensiones español se articularan medidas similares.

Mientras tanto, en nuestro país solo SEMPI Gold España tiene un producto específico destinado a quienes quieren incluir el oro en su plan de ahorro de cara a la jubilación.

Se trata del Contrato Retiro de Oro, que se basa en la adquisición de lingotes de oro de diversos gramajes, con calidad Good Delivery y pureza de 999,9/1000.

Un plan a 10 años que permite aprovechar el beneficio del oro como activo que tiende a revalorizarse a largo plazo.