El progresivo deterioro del sistema público de pensiones en España, al que han contribuido el cambio demográfico experimentado en nuestro país, así como la gestión de los responsables políticos en los últimos años, han obligado a los partidos a buscar soluciones. El Pacto de Toledo ha emitido una serie de recomendaciones al respecto, que ahora tendrán que ser consensuadas por las distintas fuerzas políticas para acometer una reforma que no puede esperar más tiempo. Ante esta situación, conviene buscar un plan complementario para cuando llegue la edad de jubilación, y los metales preciosos pueden desempeñar un papel muy importante en este sentido.

Fuentes de financiación

Uno de los cambios apuntados en la Comisión de Pensiones del Congreso se refiere a la consolidación de la separación de fuentes de financiación y el restablecimiento del equilibrio financiero.

El objetivo es liberar alrededor de 12.000 millones de euros en gastos impropios de la Seguridad Social, como la financiación de los incentivos al empleo, que pasarán a ser financiados con los Presupuestos Generales.

Poder adquisitivo

Otra de las recomendaciones va encaminada al mantenimiento del poder adquisitivo del sistema. Se trata de dotar de certidumbre a los pensionistas en su horizonte temporal. Los partidos van a refrendar un acuerdo total para vincular la subida de las pensiones al IPC.

Tomando como referencia la inflación media prevista del 2%, supondría un coste extra en la partida de pensiones de 2.500 millones de euros lo que, según el Banco de España, elevaría el gasto en 36.000 millones para el año 2050.

Integración de regímenes

La convergencia e integración de regímenes, otra de las sugerencias del Pacto de Toledo, tiene como objetivo incorporar el sistema de cotizaciones de los trabajadores autónomos.

Las estimaciones apuntan a que esta medida permitiría al sistema ingresar al menos unos 2.000 millones de euros al año.

Edad de jubilación

También se va a proponer la adopción de incentivos para alargar la vida laboral, de modo que se vaya acercando la edad real de jubilación a la estipulada por la ley.

Esta edad está actualmente en los 65 años y 10 meses, aunque la media se produce a los 64 años y 6 meses. Para 2027, la edad se retrasará hasta los 67 años.

Según los cálculos, por cada año que se le gana a la edad real de jubilación, se recorta un cuarto del déficit de la Seguridad Social, lo que supondría unos ingresos de 4.500 millones de euros al año.

Planes de pensiones

El objetivo de las medidas relativas a los planes de pensiones es incentivar la articulación de planes de ahorro colectivo en las empresas, complementando a la Seguridad Social.

Se busca incentivar estos planes colectivos, al estilo de los que existen en otros países, en detrimento de los privados, cuya ineficiencia se ha puesto de manifiesto con los datos de los últimos ejercicios.

La eliminación de los incentivos fiscales a estos planes privados va a permitir a la Seguridad Social contar con unos 2.000 millones de euros más al año, que es lo que estaba costando la desgravación fiscal.

La alternativa de los metales preciosos

Mientras se aprueban todas estas reformas, se llevan a cabo y comienzan a surtir efecto, la situación de muchos trabajadores que se jubilan permanece incierta. Ante semejante inseguridad, es aconsejable buscar un ‘plan B’ que. Aunque no sustituya al sistema pública, al menos sirva para complementarlo.

Ya hemos visto que los planes de pensiones individuales no han funcionado como deberían, así que hay que mirar más allá para buscar complementos a las pensiones públicas.

En un año como este aciago 2020, hay un activo que brilla con luz propia, que está protagonizando una importante revalorización y que reúne las características perfectas para convertirse en este complemento para las pensiones: es un refugio, ayuda a mantener el poder adquisitivo, es un depósito de riqueza y resulta idóneo a largo plazo.

La respuesta es clara: los metales preciosos. Tanto el oro como la plata están protagonizado importantes revalorizaciones durante el presente año, a pesar de haber perdido algo de fuelle desde el mes de agosto. Los analistas esperan que, a finales de año, el oro se haya revalorizado alrededor de un 25%, mientras que, en el caso de la plata, la cifra será seguramente superior.

La práctica de recurrir a los metales preciosos para complementar la pensión de jubilación está muy extendida por diversos países europeos. Según revela el último informe de The Silver Institute, la venta de monedas y lingotes de plata ha crecido un 65% en lo que llevamos de año, impulsada especialmente por las cifras de Alemania y los Estados Unidos.

En España también podemos recurrir a los metales preciosos, con la ventaja de que una empresa como SEMPI Gold España cuenta con un producto específicamente diseñado para este propósito: el Contrato Retiro de Oro.

Los expertos recomiendan tomar decisiones cuanto antes, para evitar la pérdida de poder adquisitivo una vez llegado el momento de la jubilación. Así que tal vez sea ahora ese momento.