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Oro-dólar y su correlación inversa

14 noviembre 2019

El dólar es, probablemente, la divisa más internacional y es la que sirve para denominar el precio del oro. Por ello, el metal precioso y la moneda estadounidense mantienen una relación muy especial entre sí, que suele determinar las subidas y bajadas de precio del oro. En este post vamos a explicar qué tipo de relación mantienen, por qué es así y cómo influye en la evolución del precio del metal.

 

 

Oro y dólar se encuentran indisolublemente unidos, ya que el precio del metal se expresa en la divisa estadounidense. Incluso aunque nuestra moneda sea el euro, cuando hablamos del precio del oro lo hacemos en dólares, y traducir la magnitud a nuestra moneda requiere de un pequeño cálculo o consulta rápida.

El dólar es uno de los factores que influyen en el precio del metal (no el único, como veremos) y la tendencia tradicional es que ambos se muevan en sentido contrario, salvo excepciones puntuales, como también vamos a explicar en este post.

 

Oro vs Dólar

 

Oro vs Dolar

Lo primero es establecer las diferencias fundamentales entre dos magnitudes que se pueden comparar, pero que cuentan con sus propias peculiaridades.

En primer lugar, el oro es un metal precioso que sirve como activo de inversión. Como tal, aunque su valor fluctúe en función de una serie de factores como la situación del entorno geopolítico y económico, por lo que tiene un valor intrínseco que nunca perderá.

Una onza de metal podrá cambiarse por algo más o menos de dinero, pero siempre será una onza de oro, desde el Neolítico hasta nuestros días.

En cambio, el dólar es una divisa ‘fiat’. Es decir, una moneda cuyo valor estriba únicamente en la confianza que genera entre quienes hacen transacciones con ella, al estar respaldada por el Gobierno de los Estados Unidos. Pero, a diferencia del oro, no es más que un trozo de papel, que carece de valor en sí mismo.

 

Dólar + Oro = Patrón oro

 

Patron oro dólar

Como ya explicamos en otro post de este blog, el dólar llegó a tener una relación mucho más estrecha con el oro. De hecho, cada dólar que emitía la Reserva Federal estadounidense estaba respaldado por una cantidad de oro custodiada en sus cámaras acorazadas.

Dicho de otro modo, quien poseyera un billete de dólar, podía solicitar que se lo cambiaran por su equivalente en metal. Este sistema se denominaba patrón oro y comenzó a estar vigente a comienzos del siglo XX en los Estados Unidos.

Se trataba de un elemento de estabilización del dólar que se adoptó de forma general en la economía internacional con la firma de los Acuerdos de Bretton Woods, fruto de la reunión de 44 países en esta localidad de New Hampshire (EEUU) en julio de 1944, a unos meses vista del final de la Segunda Guerra Mundial.

El objetivo de Bretton Woods era crear un nuevo orden económico mundial que evitara los errores que se cometieron tras la Primera Guerra Mundial y que, al final, acabaron siendo una de las causas de la segunda.

Mediante aquellos acuerdos, Estados Unidos se comprometía a mantener el precio del oro estable en los 35 dólares la onza y a autorizar el cambio de billetes por metal a ese precio sin ninguna restricción.

De esta forma, el dólar pasó a convertirse en una referencia para el resto de divisas mundiales, al eliminarse el peligro de una hiperinflación, derivada de la emisión de excesivos dólares, ya que todos y cada uno de ellos debí estar respaldado por metal precioso.

 

Vietnam, Nixon y el fin de la convertibilidad

 

 

El sistema funcionó perfectamente durante casi 30 años, hasta que a comienzos de la década de los 70 del siglo XX, el Gobierno de los Estados Unidos, agobiado por los gastos militares derivados de la Guerra de Vietnam, comenzó a imprimir miles de millones de dólares.

La divisa estadounidense comenzó a devaluarse y, ante el peligro de que se produjera una hiperinflación como la de la República de Weimar, en Alemania, en los años 20, países como Francia y Gran Bretaña exigieron convertir sus dólares en oro, lo que provocó una considerable merma en las reservas de metal precioso de los Estados Unidos.

Para evitar una conversión masiva que agotara el oro en Estados Unidos, el entonces presidente Richard Nixon derogó parte de los Acuerdos de Bretton Woods y acabó con la convertibilidad del dólar en oro.

Desde entonces, el oro y el dólar han mantenido, salvo excepciones, una relación inversa: es decir, cuando uno sube, el otro tiende a bajar, y viceversa.

 

El índice dólar

Indice dolar

 

El dólar sube o baja en función de cómo evoluciona su tipo de cambio respecto a una serie de divisas internacionales que se consideran las más representativas, y que son: el euro, la libra esterlina, el franco suizo, la corona sueca, el yen japonés y el dólar canadiense.

Esta relación se plasma en el llamado Índice Dólar, que es una media geométrica ponderada del valor de la divisa de Estados Unidos en relación a las otras seis.

Comenzó a utilizarse en 1973, tras la derogación de los Acuerdos de Bretton Woods, y en ese momento se estableció en 100. A la hora de redactar estas líneas, el Índice Dólar se encuentra en torno a 98.

 

Relación oro-dólar

 

Cuando el Índice Dólar sube, es decir, cuando la divisa de Estados Unidos aumenta su valor, el precio del oro, que está denominado en dólares, cae. Al revés, cuando es el dólar el que cae, el precio del oro crece.

Relacion Oro-Dolar

Esta relación inversa se mantiene a pesar de que hace décadas que desaparecieron el patrón oro y la convertibilidad. Y lo hace porque cuando el dólar pierde valor, las divisas del resto de países aumentan el suyo, lo que provoca un aumento del precio del metal (porque el dólar vale menos) y un incremento de la demanda del mismo (porque los demás países tienen una divisa más fuerte que les permite comprar más oro).

Además, si el dólar pierde valor, los inversores se ponen nerviosos y comienzan a buscar activos de inversión alternativos que actúen como refugio. Y el oro es uno de los principales.

Sin embargo, esta relación indirecta puede alterarse en determinadas situaciones, en las que crecen al mismo tiempo el dólar y el precio del oro. Esto puede suceder, por ejemplo, en caso de crisis en un país o región concreta del mundo, lo que provoca que los inversores huyan hacia valores refugio como son el propio oro o el dólar, haciendo subir a ambos por el aumento de la demanda.

En cualquier caso, es necesario tener en cuenta que esta relación dólar-oro es un indicador más que está sujeto a la influencia de diversos factores que pueden alterarla, como cambios importantes en la situación económica o geopolítica.

Lo único cierto es que, entre ambos activos, el único que tiene valor intrínseco en cualquier momento y situación es el oro de inversión.

 

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El oro de inversión al que se refiere esta web adquiere su denominación en el ámbito tributario, al tratarse de oro de ley 999,9/1.000 (oro puro).
Art. 140bis ley 37/1992 del 28 de Diciembre del impuesto sobre el valor añadido.

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