La expresión “invertir en metales preciosos” suena muy rimbombante y, desgraciadamente, puede amedrentar a los futuros inversores, especialmente a aquellos que carecen de experiencia y que solo buscan una fórmula sencilla de conservar su poder adquisitivo, mantener el valor de sus ahorros y, por qué no, prepararse el terreno para su jubilación. En este post queremos explicar hasta qué punto es sencillo convertirse en nada menos que un inversor en metales preciosos. Y desde un precio de entrada de unos 30 euros.

La plata, un metal precioso e industrial

Sin embargo, la plata es, en sí misma, uno de los metales preciosos más destacados. No solo por su valor (menor que el del oro, eso es cierto) o por la belleza de los objetos, monedas y joyas que se pueden fabricar con ella, sino por las innumerables aplicaciones que tiene en el terreno industrial y que componen la mayor parte de su demanda.

Es cierto que, en los últimos años, su revalorización no ha sido tan destacada como la del oro, pero durante este año se ha registrado un precio máximo de 19,65 dólares la onza, a principios del mes de septiembre, que constituye su registro más alto desde el año 2016.

En el momento de escribir estas líneas, el precio ronda los 16,74 dólares la onza, después de que la plata haya sufrido una pequeña corrección, al igual que el oro, motivada por una mejora de la situación geopolítica y económica.

El último informe de la consultora especializada en metales preciosos Metals Focus constata que en los últimos meses ha mejorado el sentimiento de los inversores hacia este metal, lo que ha permitido que en la segunda mitad del año la cotización del metal haya crecido, reduciendo su peso relativo con el oro (expresado en la ratio oro/plata) y apuntando a una revalorización positiva en el conjunto del año.

El informe apunta que la creciente demanda por parte del sector industrial (que representa más de la mitad de la demanda total anual de plata) y la progresiva reducción del suministro por parte de la minería puede colocar al mercado en una situación de déficit, lo que impulsaría su precio a partir de 2020.

Invertir en bullion de plata

Ante semejante situación, ¿por qué no plantearse la posibilidad de invertir en este metal y, más concretamente, en bullion de plata? Las ventajas de este tipo de inversión en plata física son numerosas:

• Permite el acceso desde a los inversores más modestos, con un punto de entrada de alrededor de 30 euros (el precio que cuesta ahora misma una moneda de una onza de plata) hasta los más pudientes, ya que se comercializan cajas de varios tubos de 20 monedas cada uno.
• Es accesible para cualquier tipo de inversor: basta con acudir a un comercio con las debidas garantías y dejarse aconsejar por los profesionales. Incluso se pueden conseguir online, por medio de comercios garantizados como Mercado de la Moneda.
• El hecho de adquirir bullion de plata de las principales casas mundiales de la moneda constituye una garantía respecto a la pureza y la cantidad de metal de cada una de estas monedas, lo que facilita su venta en caso necesario, asegurando al inversor una gran liquidez.
• Además, los bullion o monedas de inversión cuentan con atractivos diseños que los hacen adecuados no solo para invertir, sino también para coleccionar e incluso tener expuestos, como veremos más adelante en este post.

Lógicamente, como toda inversión, también hay algunas cuestiones que el cliente tiene que valorar antes de decidirse. Uno de los inconvenientes frente al oro es que la plata de inversión sí está gravada con el IVA, por lo que las piezas tienen un sobrecoste más respecto al precio del metal, aparte de la prima del fabricante y del vendedor.

Además, para inversiones mayores, a igual valor la plata ocupa mucho más espacio que el oro, en una proporción de más de 90 a 1, por lo que hay que considerar el coste derivado de la custodia, en caso de volúmenes importantes.

Y también debido a su menor precio respecto al oro, la revalorización de la plata también será en términos más modestos, lo que puede desincentivar a cierto tipo de inversores.

Los bullion de plata más conocidos

Si está interesado en invertir en bullion de plata, éstos son las monedas de inversión más conocidas que existen en el mercado:

Filarmónica

Acuñada por la Münze Österreich, la Casa de la Moneda de Austria, desde el año 2008, es el bullion de una onza de plata con mayor tirada y más vendido de Europa, con más de 90 millones de unidades. Con un diámetro de 37 mm., su elegante diseño se debe a Thomas Pesendorf: en el anverso muestra el majestuoso órgano de tubos de la Musikverein vienesa, la sala de conciertos que constituye la sede de la Orquesta Filarmónica de Viena, algunos de cuyos instrumentos aparecen en el reverso de la moneda.

Britannia 

Acuñada por la británica Royal Mint desde 1987, la Britannia contiene plata de 999 milésimas desde 2013, ya que antes se utilizaba plata de 958 milésimas. Con un diámetro de 38,61 mm., se trata de una pieza muy apreciada por coleccionistas e inversores, con un diseño muy atractivo que se ha ido mejorando con el paso de los años. En su última versión, combina el anverso con el retrato de la reina Isabel II, realizado por Jody Clark en 2015, con el reverso de Philip Nathan, que muestra a Britannia, un personaje mitológico que representa al Reino Unido.

American Eagle 

Acuñada por la United States Mint desde el año 1986, el Americam Eagle de plata es uno de los bullion más populares en Europa y el más demandado en América. Con un diámetro de 40,6 mm., su diseño con la Libertad Caminando de Adolph Weinman en el anverso y el águila heráldica de John Mercanti en el reverso, es sumamente clásico y atractivo.

Hoja de Arce 

Acuñada por la Royal Canadian Mint desde 1988, la Hoja de Arce es el bullion de plata de mayor pureza, con un 99,99%. Con un diámetro de 37,97 mm., su diseño ayuda a difundir la imagen de Canadá al mundo: el reverso muestra la clásica hoja del arce azucarero, presente en la bandera del país, en un diseño realizado por Walter Ott en 1979. El anverso muestra a la jefa de Estado de Canadá, la reina Isabel II de Inglaterra, en un retrato de Susanna Blunt utilizado desde 2004.

Panda chino 

Acuñada por la empresa estatal China Gold Coin Incorporation desde 1983 a 1985, en plata de 900 milésimas; de 1987 a 1999 en plata de 925 milésimas; y desde 1999, en plata de 999 milésimas y con un diseño que cambia cada año, excepto en 2002. Es uno de los bullion más demandados del mundo y de los más populares entre los coleccionistas. Con un diámetro de 42 mm., su reverso, que cambia cada año, muestra diversas imágenes el oso panda, un simpático animal que representa a China, mientras que en el anverso se mantiene la imagen del edificio más grande del Templo del Cielo, en Beijing. Desde 2016, el bullion ha pasado a pesar 30 gramos, siguiendo el sistema métrico decimal, e vez de una onza troy (31,10 gramos).

Krugerrand 

El Krugerrand es de los bullion más recientes en acuñarse en plata, pese a que su versión en oro fue el primer bullion de la historia, en 1967. Acuñada conjuntamente por la South African Mint y la Rand Refinery, la versión en plata se lanzó como una emisión especial en 2017, conmemorativa del 50 aniversario de la aparición del bullion, y desde 2018 se estableció su acuñación anual. Con un diámetro de 38,775 mm. y una pureza de 995 milésimas de plata, comparte el diseño con el bullion de oro: el anverso con el retrato de Paul Kruger, realizado por Otto Schultz, y el reverso con el animal nacional, el antílope o Springbok, obra de Coert Steynberg.

Canguro 

Acuñado desde 1989 por la australiana Perth Mint, ha vendido hasta la fecha más de 20 millones de ejemplares. Con un diámetro de 40,6 milímetros y una pureza de 999,9 milésimas, el diseño del reverso es obra de Stuart Devlin y muestra la figura de un canguro rojo saltando, rodeado por los rayos del sol austral. El anverso muestra el retrato de la reina Isabel II de Inglaterra, obra de Jody Clark.

Koala 

Se trata de uno de los bullion de plata más recientes, acuñado por la Perth Mint australiana desde 2007. Con una pureza de 999 milésimas y un diámetro de 40,60 mm., juega también la baza del mercado de coleccionistas, ya que es de los pocos bullion, junto con el Panda chino, que cambia el diseño de su reverso cada año, jugando con las posibilidades que ofrece el simpático koala, animal emblemático de Australia. El anverso muestra el retrato de la reina Isabel II de Inglaterra realizado por Jody Clark.

Libertad 

Acuñada por la Casa de la Moneda de México desde 1982, la Libertad de plata es uno de los bullion más antiguos en este metal. Con un diámetro de 40 mm y acuñada en plata de 999 milésimas, durante este tiempo se ha situado entre los tres bullion de plata más demandados del mundo. Su anverso muestra el escudo nacional de México, un águila devorando a una serpiente, imagen que ya aparecía en el Códice Mendocino. El reverso muestra la imagen de la Libertad Alada, inspirada en el monumento al Ángel de la Independencia, que actualmente se encuentra en el Paseo de la Reforma de la capital mexicana, flanqueada por los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatéptl.

Arca de Noé 

Acuñada desde 2011 por la ceca alemana Geiger Edelmetalle GmbH, en nombre del Banco Central de Armenia. En su versión de una onza, tiene un diámetro de 38,6 mm. y está hecha de plata de 999 milésimas. El diseño es obra de Eduard Kurghinyan y muestra, en el anverso, el escudo de armas de la República de Armenia y en el reverso, el Arca de Noé, surcando las aguas, con el monte Ararat en el horizonte.