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Metales Preciosos de Inversión
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Las causas de la escasez de plata física
En 2020 y, sobre todo, en 2021, estamos asistiendo a un fenómeno de escasez de plata física, que perjudica a las casas de la moneda, que no tienen materia prima para acuñar, y también a los inversores particulares, que deben esperar más tiempo para tener en sus manos las monedas que han adquirido, a un precio superior debido a la subida de las primas. ¿Por qué se produce esta escasez? ¿Qué tienen que ver en ello los mercados especulativos de metales preciosos en papel? Vamos a tratar de explicarlo en este post.
Durante la pandemia, numerosos inversores se lanzaron a comprar monedas de plata como forma de proteger sus ahorros ante la incertidumbre económica que amenazaba, y cuyas consecuencias aún no eran capaces de vislumbrar.
Se trata de la fórmula más asequible y popular para comenzar a invertir en metales preciosos, al alcance de cualquier bolsillo. De ahí que los comerciantes y tiendas especializadas enseguida empezasen a notar la falta de existencias, que se vio complicada por las restricciones obligadas por la pandemia (confinamientos, restricciones a los transportes…).
Ello provocó un aumento de los plazos de entrega de las piezas adquiridas y el crecimiento de las primas cobradas por los comerciantes sobre el precio oficial del metal precioso.
La situación no ha mejorado mucho en 2021, a pesar de la desaparición de las restricciones en muchos países y de la progresiva vacunación de la población, los problemas de suministro siguen.
De hecho, hace unas semanas, la United States Mint, Casa de la Moneda de los Estados Unidos, precisó en un comunicado que estaba experimentando una escasez de cospeles de plata (los discos que se utilizan como base para la acuñación de monedas), que complicaba su proceso de producción y ventas.
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Metales físicos vs papel
Parte de responsabilidad de esta escasez, además de los problemas de suministro procedente de las minas a causa de la pandemia, y del aumento de la demanda en sectores como el de inversión y el industrial, hay que atribuírsela al mercado de la plata papel.
Como explica Trevor Gerszt desde NewsMax, existen dos tipos de inversores en el mundo de los metales preciosos: los que quieren tocar y poseer los mismos, en forma de lingotes o monedas, y los que solo quieren beneficiarse económicamente de la propiedad de aquéllos.
Ello ha provocado una bifurcación o polarización en el mercado de los metales preciosos: una parte que atiende a los inversores en metales físicos y la otra, dedicada a los inversores en papel.
Los inversores en metales físicos son los que quieren poseer lingotes y monedas de oro y plata, ya sea en un cajón de su casa, en un depósito de seguridad o por medio de un plan de jubilación en oro o plata.
Se trata de inversores que tienen muy claro que, a menos que sean propietarios de activos físicos y tangibles, su título de propiedad puede ser muy precario.
Por otro lado, los inversores en papel están satisfechos con invertir en acciones o participaciones, ya sean de compañías mineras, de contratos de futuros o de ETF. En la mayoría de los casos, no están interesados en la propiedad del metal que se utiliza como subyacente.
Según el blog de NewsMax, la especulación vinculada con el mercado de papel ha provocado una gran divergencia entre el precio del oro y la plata en el mercado físico y en el de papel: “Tras los recientes movimientos en el mercado de la plata, podríamos estar al borde de una explosión del precio de la plata si se rompe la relación entre los mercados de la plata física y la plata papel”.
El propio director de la United States Mint, Ed Moy, advirtió hace unas semanas del peligro de que muy pronto se registrara esta divergencia en los precios de ambos mercados.
Según Moy, los grandes inversores institucionales que invierten en metales preciosos no lo hacen en oro o plata físicos, sino en derivados como contratos de futuros, con los que apuestan a posibles subidas o bajadas del precio de los metales, normalmente a bajadas.
Cuando esos contratos expiran, se producen cambios en los precios del oro y la plata porque los inversores tienen que comprar metales para cubrir los contratos. Y cuantos más contratos van expirando, más va subiendo el precio de la plata, ya que existen menos contratos vigentes que apuesten por su bajada.
Al final, el número de onzas de plata en los contratos de derivados excede con mucho la cantidad de plata física lista para ser entregada y, como consecuencia, alguna de las partes tiene que ceder.
Escasez de plata física
Aunque diversos analistas y expertos en el mercado de los metales preciosos ya habían anticipado que podía suceder, nadie esperaba que la escasez de plata física llegase tan pronto.
Hace dos semanas, la United States Mint anunciaba a sus clientes que se veía obligada a posponer las ventas de algunas de sus monedas de plata más demandadas, ya que “la escasez mundial de plata física ha disparado la demanda de muchos de nuestras monedas y lingotes a cifras récord”.
Una semana después, la Casa de la Moneda estadounidense se vio obligada a precisar que esa “escasez mundial de plata física” se refería exclusivamente a la escasez de cospeles de plata para acuñar las monedas.
Independientemente de cómo se le llame, si hay escasez de cospeles es que hay escasez de plata para fabricarlos, así que, al final, es lo mismo: no hay suficiente plata en el mercado para satisfacer la demanda.
El problema es que, si se dice claramente, la consecuencia sería un incremento del precio de la plata, que movilizaría una gran cantidad de joyas, monedas y lingotes acumulados en los hogares de muchos ciudadanos, Y eso es precisamente lo que se quiere evitar: que suba el precio.
Por tanto, la solución de las grandes cecas y refinerías es sentarse a esperar, permitiendo que la escasez de suministro sea una realidad. Los inversores entran en pánico y se dispara la demanda de monedas y lingotes, que cecas y refinerías comienzan a vender con importantes primas sobre el artificialmente contenido precio del metal.
Sin embargo, esta situación no puede mantenerse de forma indefinida, y al final el precio spot acaba reflejando esa escasez de plata en el mercado. Es la vieja historia de la especulación para obtener mayores beneficios.
Lo positivo para los inversores es que la situación está llegando al extremo y el mercado de la plata va a entrar en una dinámica positiva que elevará el precio de la plata por encima de los niveles que alcanzó el año pasado y, posiblemente, lo acercará a su máximo histórico.
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El oro de inversión al que se refiere esta web adquiere su denominación en el ámbito tributario, al tratarse de oro de ley 999,9/1.000 (oro puro).
Art. 140bis ley 37/1992 del 28 de Diciembre del impuesto sobre el valor añadido.
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