Según un documento de trabajo publicado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a partir de la Encuesta de Competencias Financieras realizada conjuntamente con el Banco de España a personas de entre 10 y 80 años, revela que el 70,5% de los encuestados le da una alta importancia al ahorro personal, mientras que el 22% tiene una “preocupación moderada” por el mismo.

Pese a ello, los datos de la encuesta indican también que el 39% de la población española no ahorra. Evidentemente, este dato no quiere decir que quienes no ahorran no estén interesados en hacerlo; en la mayoría de los casos el problema es tan simple como lamentable: no ahorran porque no tienen capacidad económica para hacerlo.

En algunos casos, la diferencia se debe a una distorsión típica en las encuestas: las diferencias cognitivas entre los que uno percibe de sí mismo y lo que efectivamente realiza.

De hecho, como hemos señalado en varias ocasiones al referirnos al oro de inversión, los expertos aconsejan destinar entre un 5 y un 10% del excedente económico al metal precioso. Por supuesto, no es aconsejable invertir con un dinero que se va a necesitar en un futuro más o menos cercano.

Formas de ahorro

En cuanto a las formas de ahorro preferidas por los españoles, de la encuesta de la CNMV y el Banco de España se desprende que los productos preferidos son las cuentas corrientes, con un 38,8% de los encuestados, y el dinero en metálico, con un 23,3%.

Le siguen el ahorro mediante una cuenta a plazo (8,7%) y las aportaciones a planes de pensiones individuales (6,6%). En último lugar figuran los productos financieros más complejos, con un 3% de apoyo entre los encuestados.

La radiografía que estos resultados permiten hacer del perfil inversor de los españoles tiene un claro carácter conservador y da pie a hacer unas precisiones.

Así, el hecho de que los productos de ahorro preferidos por los ciudadanos sean las cuentas corrientes y el dinero en metálico revela que éstos no han contemplado variables como la inflación, que provoca una pérdida del poder adquisitivo de la divisa.

Dicho de otro modo: la mayoría de los españoles ahorra con unos productos que, con el paso del tiempo, le permitirán adquirir menos bienes y servicios, ya que irán perdiendo poco a poco su valor.

En otros países de nuestro entorno como Alemania, Italia o Francia (especialmente en la primera, por las vicisitudes por las que ha atravesado durante la primera mitad del siglo XX), los ciudadanos recurren con mayor frecuencia a ahorrar mediante un activo de primera clase como es el oro de inversión.

Precisamente, una de las características del oro es su capacidad para mantener su valor a pesar de la devaluación monetaria provocada por el impacto de la inflación. Un ejemplo clásico es que para adquirir un traje de confección en la actualidad se necesita prácticamente la misma cantidad de oro que precisaban los romanos para adquirir una túnica. Y estamos hablando de una diferencia de más de 20 siglos.

En un entorno como el actual, en el que la inflación está subiendo por encima de las previsiones, conviene tener en cuenta al oro, un activo que sirve de elemento de protección frente a la devaluación monetaria y la inflación.

Conocimientos financieros

La encuesta revela también que la nota media de los conocimientos financieros de los españoles es de un 6 sobre 10. Así, un 70% de los ciudadanos cuenta con unos conocimientos medios, mientras que solo un 5% tiene conocimientos financieros calificados como altos, y el 25% restante tiene un conocimiento bajo o muy bajo sobre los productos financieros.

Por edades, los peores resultados coinciden con la franja de más edad (entre 65 y 80 años), mientras que el mayor porcentaje de conocimientos altos se da entre los ciudadanos de entre 18 y 54 años.

Y por sexo, el 84% de los hombres tiene unos conocimientos financieros medios o superiores, frente a solo un 79% de las mujeres.

En cuanto al sexo, la CNMV aprecia la existencia de una brecha de género, según destaca el documento de trabajo. El 84% de los hombres tiene unos conocimientos generales medios o superiores, mientras que la proporción baja hasta el 79% en las mujeres.

La conclusión que se puede extraer de estos datos es que aún hay mucha labor divulgativa que hacer en el terreno económico.

Por lo que a nosotros respecta, el conocimiento sobre los metales preciosos entre la población española es mejorable. Por este motivo, desde este blog y desde nuestra publicación Oroinformacion tratamos de ofrecer una perspectiva didáctica sobre unos activos de inversión como el oro y la plata que resultan especialmente adecuados para satisfacer la necesidad de ahorro de los españoles de cara al futuro.