Una vez concluido el año 2020, es hora de hacer balance y analizar qué inversiones han sido las más afortunadas y cuáles han decepcionado a los inversores. En un año marcado por una pandemia cuyas dimensiones nadie alcanzaba a imaginarse, los metales preciosos, en concreto el oro y la plata, han sido los protagonistas, con unas revalorizaciones que han superado con creces las de otros activos.

Plata y oro, los activos más rentables

Según un estudio de Visual Capitalist, los metales preciosos han sido, de entre los principales activos de inversión, los que han proporcionado la mayor rentabilidad a los inversores durante 2020.

El oro cerró el año con una revalorización del 24,6%, aunque por debajo del precio máximo de 2.075 dólares la onza alcanzado el 7 de agosto pasado.

Si algo ha demostrado el metal dorado durante 2020 ha sido su resiliencia: su importante subida durante el mes de enero (+4,8%) le permitió acumular reservas. Gracias a estas reservas, cuando la pandemia desencadenó sus efectos en la economía mundial, en el mes de marzo, el oro solo perdió un 4,4% sobre la apertura del año.

En el caso de la plata, su revalorización anual fue aún mayor: un 47,4% de subida, pese a una severa corrección también en el mes de marzo, que le restó un 34,7%.

Como se puede ver en la infografía adjunta de Visual Capitalist, la plata encabeza el listado de los activos más rentables de 2020, con la citada revalorización del 47,4%.

El gráfico muestra también el porcentaje de subida entre el mínimo y el máximo registrados durante el año que, en el caso de la plata, fue del 127,4%.

Por lo que se refiere al oro, ocupa el segundo lugar entre los activos que más se revalorizaron en 2020, con un 24,6%.

Este metal mostró una menor volatilidad que la plata, ya que el porcentaje de diferencia entre su mínimo anual (registrado en marzo) y la cifra récord alcanzada a principios de agosto fue de apenas un 30,3%, cuatro veces menos que la plata.

El resto de activos que compiten con los metales preciosos por el favor de los inversores registraron revalorizaciones bastante inferiores a las del oro y la plata.

Así, en tercer lugar de la lista están las acciones de las ‘small caps’ estadounidenses (empresas cuya capitalización bursátil es inferior a los 1.000 millones de dólares), cuya revalorización a lo largo del año pasado fue del 18,5%.

Las acciones estadounidenses ocupan el cuarto puesto, con una ganancia del 15,5%, ligeramente superior a las acciones de las compañías de países emergentes, que crecieron un 14,6% durante 2020.

Muy por debajo de estos niveles aparecen los bonos corporativos estadounidenses (+9,7%) y las acciones de compañías europeas, australianas y de Extremo Oriente (+5,1%).

Cierran la lista de activos que se revalorizaron en 2020 los bonos del Tesoro estadounidense, con apenas un 3,6%, lastrados por los bajos tipos de interés establecidos por la Reserva Federal estadounidense.

En cuanto a los activos que han registrado pérdidas durante el año pasado, de menor a mayor, están encabezados por las commodities, que se han dejado un 6,6% de su valor en 2020.

Por detrás se encuentra la divisa estadounidense: el Índice Dólar, que compara éste con el euro, la libra esterlina, el franco suizo, la corona sueca, el yen japonés y el dólar canadiense, cayó un 6,8% entre enero y diciembre de 2020.

Con mayores pérdidas se situaron el mercado inmobiliario estadounidense (-8,4%) y el petróleo, que se dejó un 21,5% de su valor durante el año recién concluido.

Hay que recordar que el 20 de abril del año pasado se dio la curiosa circunstancia de que el precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI) cotizó en negativo por primera vez en su historia, a -37,63 dólares el barril.

Las restricciones al transporte provocadas por la pandemia provocaron esta situación en el mercado del crudo, mientras los países productores de la OPEC no se ponían de acuerdo en el volumen de reducción de la producción.

Divisas

El 2020 tampoco ha sido un buen año para las divisas extranjeras. Algo lógico, teniendo en cuenta la forma en que la pandemia ha afectado a la economía global y, muy especialmente, al comercio internacional.

Según el análisis de Visual Capitalist, las divisas extranjeras tampoco han tenido un buen año. La mejor ha sido el dólar australiano, que se ha revalorizado un 9,7% durante 2020.

En segundo lugar, se situó el franco suizo, con una subida del 9,4% y una caída de apenas un 2,1% en marzo respecto a la apertura del año. Y en tercero, el euro, con un 9% de subida.

Por detrás se situaron el dólar de Nueva Zelanda (+6,8%), el yuan chino (+6,7%), el yen japonés (+5,3%), la libra esterlina (+3,1%) y el dólar canadiense (+1,8%).

En cifras negativas, de menor a mayor, se situaron la rupia india (-2,2%), el peso mexicano (-5,1%), el dólar estadounidense (-6,8%) y el rublo ruso (-16,5%).